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martes, 11 de diciembre de 2012

El Decadentismo.


"Ningún gran artista ve las cosas como son en realidad; si lo hiciera, dejaría de ser artista"
Oscar Wilde.

Museo Gustave Moreau.



El siguiente cuento continúa la temática de mansiones encantadas, fantasmas y misterio que habíamos iniciado la semana anterior. El fantasma de Canterville, es utilizado por Oscar Wilde para presentar una sátira a la burguesía. Wilde retrata a unos personajes impasibles ante los intentos de un pobre fantasmas por asustarlos. 
Volviendo a nuestra época, encontramos una parodia similar en un capítulo de los Simspson, dentro del especial de Halloween, que podéis ver aquí.
Las obras de Wilde representan la oportunidad perfecta para conocer  esta época tan controvertida de la mano del peculiar autor irlandés.




Nuestra recomendación:
Wilde.
La importancia de llamarse Ernesto:




En España, Emilia Pardo Bazán, siguió las tendencias literarias que se estaban consolidando en Europa y experimentó con técnicas realistas, naturalistas… pero también se acercó, no sin críticas, al decadentismo, corriente (y actitud) artística de finales del siglo xix. Os recomendamos sus cuentos. Aquí podéis leer “La risa”: http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/esp/pardo/risa.htm
Seguro que conocer cómo fue su vida os anima a seguir leyendo sus obras:



Estos autores nos dan la oportunidad de abrir la ventana que nos mostrará una época de crisis  e incertidumbre que dio lugar a un cambio en la forma de entender el arte y la vida. El DECADENTISMO nace a finales del siglo xix en Francia como un acto de rebeldía hacia los presupuestos del naturalismo y del realismo y contra la mentalidad burguesa. Para estos autores, su máxima es el arte por el arte y sus obras están llenas de exotismo, belleza y exquisitez. Esta corriente literaria se extendió a todas las artes, en especial a la literatura cuyo representante más reconocido es Oscar Wilde (El retrato de Dorian Gray). En España, su influencia se dejó notar en el modernismo y la bohemia de autores como Valle-Inclán. También Emilia Pardo Bazán supo adaptarse a esta nueva tendencia literaria: ella siempre se mantuvo en contacto con las corrientes literarias europeas de su tiempo.
Aubrey Beardsley
En el arte, siguieron estas técnicas decadentistas pintores como Moreau. Su obsesión era Salomé, el icono decadentista por excelencia para plasmar el carácter fatal y destructor de la mujer. En el caso de Wilde, su obra Salomé fue ilustrada por Beardsley. Otro de los tópicos misóginos consistió en retratar a la mujer como un ser pasivo o enfermo. Estos tópicos restrictivos nos tienen que resultar lejanos y caducos ya que nuestra realidad nos demuestra que el hecho de que todos seamos diferentes enriquece nuestra cultura. El Decadentismo nos sirve para ver algunos errores en la mentalidad de otras épocas, sin embargo, esto no impide que podamos apreciar su valor artístico y social y dejarnos llevar por sus fascinantes creaciones.
           
G.Kilmt, El beso.



Si os apetece, podéis adentraros en este mundo de la mano de:









7 comentarios:

  1. El gran Oscar Wilde. Yo siempre me quedo con una frase suya que le soltó al fiscal en el proceso que sufrió. Aquí os reproduzco el diálogo:
    Fiscal: -Quisiera llamarle la atención sobre el estilo de su correspondencia con Lord Alfred Douglas.

    Oscar Wilde:-Estoy listo. Jamás me avergüenzo del estilo de mis escritos.

    Fiscal:- ¿Cree que un hombre normal le dirigiría esas expresiones a otro más joven?

    Oscar Wilde:- En mi opinión, y felizmente, yo no soy un hombre normal.

    Enhorabuena por el blog.

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    1. Muchas gracias Jose, la verdad es que este diálogo es la guinda del pastel para coronar a Wilde como grande entre los grandes dentro del blog!!! :) Genial aportación, muy carismática jeje.

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  2. "Yo no soy un hombre normal". No se podría haber definido mejor.
    Qué pena que no hubiésemos coincidido en época y país con él para compartir algún café. Con girasol incluido.
    ¡Gracias Jose!

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  3. Me parece muy buena idea ofrecer otro punto de vista acerca de esta época que siempre se muestra en la enseñanza como modernismo. Resulta muy interesante esta aproximación al decadentismo, a sus autores más controvertidos y a los iconos literarios más destacados. ¡Enhorabuena, chicas! Además, las actividades están muy bien seleccionadas y son una genial propuesta.

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  4. ¡Me encanta Wilde! No encuentro mejor autor para acerca la literatura a los adolescentes. El decadentismo, además, les interesará seguro.

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  5. Qué hermoso paseo por la mejor literatura: ¡qué sí, que los jóvenes pueden leer cosas divertidísimas sin salir de la alta literatura! ¡Que no hace falta darles a leer bazofia presuntamente entretenida! Con gusto, como vosotras demostráis, no es difícil encontrar las lecturas por las que todo el mundo va a envenenarse para siempre de literatura.
    Por último, aprovecho esta entrada wildeana para continuar una pequeña cruzada personal. Todos nos referimos casi siempre a la comedia más conocida de Wilde como "La importancia de llamarse Ernesto", que es solo traducción a medias de "The importance of being Earnest". La única manera de mantener el juego Ernest-Earnest, hasta donde yo sé, se la debemos a Lluis Aique Iglesias, quien en su traducción al asturiano de la obra dio con la solución siguiente: "La importancia de ser Severu". Severo es un nombre propio que además significa lo mismo que Earnest.
    ¡Adoptemos esta fórmula!
    Abrazos, y Feliz Navidad,
    Rodrigo

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    1. Estoy de acuerdo contigo, porque si conservamos el nombre original y además lo traducimos ("Ernesto") le quitamos sentido al ingenioso juego de palabras de Wilde. Me uniré a tu cruzada, Rodrigo.

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